domingo, 23 de enero de 2011

Nada es prefecto, lo recordó Clint Eastwood

Nada es perfecto. Esa es la premisa de la que parto porque si no fuese cierta no habrían pasado más de dos meses antes de publicar un nuevo post en la libreta. Sin embargo, varias razones que no vienen al caso en este momento evitaron que pudiera regresar antes. Dicho eso como un intento de disculpa, la frase también se pasea por aquí porque hoy tuve uno de "esos días".

En la mañana, sin levantarme siquiera decidí continuar con una película que había iniciado la noche anterior. Se trataba de "127 horas", basada en la historia real de Aaron Ralston, un escalador norteamericano quien en 2003 tomó una difícil decisión -que no quiero revelar antes de que vean el film- luego de quedar atrapado por una gran piedra.



Podría tratarse de otra película de la vida real, sólo otra, no más. Incluso de otra gringada, esa tendencia de convertir a todos en héroes. Pero no fue así, afortunadamente. En gran medida, esto se debe a la dirección de Dany Boyle, sí, el mismo de "Slumdog Millionaire" (Quisiera ser millonario), ganadora del Oscar a la mejor película en el 2009.

Otro factor es James Franco. El intérprete logró el papel de su vida y además lo interpretó maravillosamente. Espero verlo en la lista de nominados a mejor actor en los próximos Premios de la Academia. La producción no será la película del año pero merece la pena, sin duda. Tiene buenas imágenes, excelente montaje, impecable postproducción como la que nos sorprendió hace dos años con Slumdog... Efectos especiales, emoción, drama, tragicomedia; todo en un paquete que divierte y te deja nostálgico. De momento, reprimido con las ganas de llorar o de salir a comerte el mundo. Hay que verla.

El momento lamentable

Debo volver a la frase inicial, lastimosamente. En la tarde me trasladé hasta el C.C. Líder, en Los Cortijos, para ver una película que llegó esta semana a la cartelera. Pensé en ver "Red" por su reparto -Morgan Freeman, John Malkovich, Helen Mirren- y porque el trailer me recordó un poco a "Quémese después de leerse" de los hermanos Coen. Pero una comedia con grandes efectos especiales no llevaba una ventaja real sobre una película escrita y dirigida por Clint Eastwood y protagonizada por Matt Damon. Mala decisión.



¿Sorpresa? ¿Decepción? Con un film titulado "Más allá de la vida" muchos dirían "¿qué esperabas?". Lo cierto es que esperaba más de lo que conseguí. Una historia sin pretensiones, sin sorpresas, sin emoción, salvo algunos momentos cortos. Un guión deficiente y hasta aburrida. Al salir de la sala estaba ese lamento, no tanto por haber visto una película "mala", sino una película "mala" de un buen director.

Pero supongo que eso pasa, incluso a Clint. Mientras escribo veo el primer juego de la final del beisbol venezolano y como flashes que vienen y van, Morgan Freeman me mira con esa sonrisa justa y cómplice, diciéndome "hubieses entrado a la otra función".

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