domingo, 19 de octubre de 2014

La historia del distinto

Durante los últimos meses estuve haciendo un taller de escritura, cada jueves fue una delicia de conceptos, intercambios, sugerencias y ejercicios que me hicieron reflexionar sobre este hermoso oficio. Una de las frases de la profesora Milagros Socorro que se me quedó grabada fue: "nosotros leemos para alimentar al monstruo que llevamos dentro".

Creo que nunca me lo establecí formalmente, no es algo que pienso cada vez que me sumerjo en una nueva historia, pero la verdad es que no me atrapa un personaje con el que tenga demasiadas similitudes, me atrae lo que desconozco, lo que está rodeado de misterio y me invita a descubrir su mundo, su historia, sus necesidades y deseos. 

Ayer estuve pensando en esas personas que deciden estar solas, tener conocidos con los que compartir salidas y conversaciones aisladas, ninguna relación demasiado formal, cambiar de ciudad, de amigos y no tener demasiadas ganas de sentar cabeza o formar una familia. Aquellos que dicen: "eso de casarse no es lo mío". Siempre ha sido algo que he respetado, pero que no entendía del todo. Hoy creo que lo entiendo un poco más. 

Yo tengo un círculo cerradito de personas que considero verdaderos amigos, tengo muchas personas a las que estimo enormemente pero no es lo mismo. Por supuesto mi familia. Mi novio, compañero de todas mis locuras. Pero aun así, hoy entiendo a esos que no son como yo, que se les hace fácil perseguir lo que quieren o no, sin tener o querer contar con alguien que los acompañe en esa travesía. 

Puede que lo que realmente no comprenda o acepte es a aquellos que no tienen propósito alguno, a esos los confunden fácilmente con los que no están interesados en"asentarse". Y en honor a la verdad es una comparación bastante injusta. Yo no acepto a los que no tienen por lo menos una meta que seguir, un sueño que los impulse, una llama que los haga sentir vivos y que tienen un propósito. 

La gente que decide llevar una vida más solitaria no es necesariamente gente sin objetivos, solo no contemplan la compañía de una "pareja" para lograrlos, o de lo socialmente aceptado y establecido. Creo en el amor, pero también creo en las ambiciones y en la individualidad. Y desde este pedazo de papel virtual lo dejo por escrito porque es importante decir las cosas, escribirlas, demostrarlas y defenderlas cuando sea necesario. Aunque muchas cosas en este mundo marchen hacia atrás, en cada uno está decir e inspirar a todo el que puedan. Espero que ocurra. Uno a la vez.